viernes, 18 de abril de 2014

Relax: Bollos suizos

Esta semana he decidido tomármela con más tranquilidad.
Sé que tendría que haberme puesto al día con tareas pendientes, estudios, apuntes y demás pero teniendo en cuenta todo el cansancio y estrés que llevaba conmigo, creo que me hacía un poquito de falta.


Bueno… MUCHA falta.

Entre el nuevo entrenamiento muscular, las infinitas horas de voluntariado en carreras, los proyectos de la facultad, las salidas de campo y los intensos madrugones (con sus consecuentes escasísimas horas de descanso) no me había dado tiempo de sentar el culo y ponerme a leer un rato, a buscar nuevas recetas, a pasear para estirar las piernas…
Que va… Ha sido todo un poco caótico.
Por eso decidí tomarme esta semana con calma  para reponer fuerzas para los siguientes meses, que seguro que serán muy durillos.
Pero, por supuesto, no podría faltar alguna fechoría reposteril esta semana y, andando en mi libreta de recetas propias, se me ocurrió hacer una que no probaba desde hace años y que fue una de las recetas de masas leudadas o fermentadas que más aceptablemente me había salido.
Así que me dije… “¿Por qué no?”.
Cierto es que tuve que modificar cantidad y variar algunos aspectos de la receta, sobre todo en cuanto a su preparación se refiere, pero de eso se trata: de ir investigando y mejorando :D
Y aquí tenemos el resultado: BOLLOS SUIZOS (con el corazoncito en la mano os aseguro que no recuerdo ni siquiera de qué página de internet la saqué jejeje).
Bollos suizos
Ingredientes


-          100g de leche entera
-          3 huevos a temperatura ambiente (150g sin la cáscara)
-          115g de azúcar blanca
-          100g de mantequilla (fría o en pomada, da igual)
-          40g de levadura FRESCA de panadería
-          500g de harina de fuerza
-          ½ cucharadita de sal fina
-          1 y ½ cucharadita de esencia de vainilla
Para decorar


-          Azúcar humedecida con agua de azahar o con esencia de azahar y agua normal
-          Un huevo batido para pincelar
Preparación
Lo primero de todo es lo de siempre: asegurarnos de tener un lugar calentito donde podamos dejar fermentar la masa.
Ahora ponemos a calentar la leche con a mantequilla hasta que esta última se derrita, pero sin que el conjunto llegue a hervir. Dejamos entonces que se temple un poco para que no nos carguemos la levadura :O (yo lo dejé unos 10 minutitos en el congelador. Mi impaciencia me puede a veces xP).


Ahora añadimos la levadura desmigajada y la disolvemos en la mezcla de leche y mantequilla.


Ahora lo ponemos en un bol y añadimos los tres huevos, el azúcar, la vainilla y la sal y batimos hasta que esté totalmente homogéneo.


Una vez batido, añadimos la mitad de la harina y mezclamos hasta que no hayan grumitos y la mezcla esté lisa.



Añadimos el resto de la harina y toca amasar, ya sea con el batidor con la herramienta de ganchos para masas o a mano.

Primero parecerá una pasta inmanejable, pero hay que tener paciencia y seguir dándole caña hasta que esté lisa y manejable.


Como siempre, ahora toca taparlo con un pañito de tela y dejarla reposar 1 hora y media o dos horas, hasta que haya doblado su volumen (como pueden ver, mis masas siempre están poseídas y terminan casi desbordándose por el bol).




Bueno, ahora la espachurramos y dejamos reposar unos 10 minutos para que sea más manejable luego.



Amasamos un poquito y, tomando porciones de masa, vamos formando pelotitas de unos 55g, más o menos.


NOTA: si no tenemos una pesa tan precisa en casa, calculamos que sean del tamaño de un limón pequeñito. La cosa es que todos tengan el mismo tamaño para que,al hornear los bollitos, se nos cuezan todos a la vez.

Los vamos colocando bien separaditos unos de otros en una bandeja de horno cubierta con papel de horno.


Tapamos con un trapito otra vez y dejamos fermentar una hora o hasta que veamos que están bien hinchaditos.

Ahora, con mucho cuidado, los pincelamos con huevo batido muy suavecito para no deshincharlos.


NOTA: esto le dará el característico brillo y color de este tipo de bollos.
Con ayuda de una cuchilla bien afilada o unas tijeras, hacemos un corte limpio a lo largo de los bollitos.
Rellenamos este hueco con abundante azúcar humedecida con agua de azahar o, en su defecto, con una mezcla de esencia de azahar y agua.

Ahora lo único que nos falta es meterlo al horno PRECALENTADO a 200ºC unos 8 – 11 minutos (tenemos que irlo controlando, porque los primeros que horneé estaban listos en 11 minutos, pero los siguientes en 8 o 9 ya estaban bien doraditos).

¡¡Tomarlos con leche calentita es una delicia!!
Aunque también podemos coger, partirlos a la mitad y rellenarlos con mermelada, con jamón, con queso… ¡¡Una maravilla!!
Y, por supuesto, si no nos vamos a comer todos los bollos en 3 o 4 días, podemos congelar unos cuantos y, cuando queramos comerlos, meterlos en el horno a 200ºC unos 3 minutos y... ¡¡A comeeeeeeeeeeeeeeeer!!


Qué cosita más rica ^_^
Pues espero que les haya gustado la receta de hoy y prometo que para la semana que viene no habrá más levadura, que a mí cuando me da por una cosa, no paro jajaja.
Un abrazo muy dulce,
Cris G.


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