domingo, 6 de abril de 2014

Rollos de canela ("Cinnamon rolls")

Me suelen decir que no “paro la pata” ni para respirar, que cómo me da tiempo de hacer todas las cosas que hago, que de dónde saco la fuerza para llevarlas a cabo…
Bueno, eso tampoco lo sé yo jajaja

Lo único verídico es que normalmente las cosas que hago me cargan las pilas a tope!



Porque no sólo me dedico a sentar el culo a estudiar y a cocinar y reinventar, oiga.
Yo hago deporte casi a diario, aunque normalmente es salir a caminar bastante rápido y estirar mucho, además de nadar y series de abdominales de vez en cuando

Es que pensándolo fríamente… Imagínense que me jincara/comiera/zampara/echara toooodo lo que cocino. Sería algo así como una gran bola rodadora con sangre de almíbar (aunque más que almíbar, prefiero sirope de frambuesas *.*) que, aunque parezca bastante divertido, creo que sería algo un poco desastroso

Bueno, el caso es que esta semana, y para no variar, no he sentado el culo para nada hasta ahora

De hecho, les escribo tumbada desde el sofá de mi casa porque estoy muuuy molida de esta mañana. Esto ha sido básicamente porque un compañero mío me invitó a pasarme por la playa de las Teresitas en la que estaba teniendo lugar una competición de salvamento marítimo

Pero, claro: el día estaba increíble y yo quería estrenar las mallas psicodélicas que me había comprado ayer

¿Resultado?: casi una hora de caminata bajo un magnífico sol que casi me convierte en una jarea jajajajaja

Los sucesivos bañitos posteriores me supieron a maravilla!!

Total, que para recuperar algo de fuerzas pensé en algo que gustara, que fuera contundente pero bastante sano, sobre todo si es caserito

Pues eso… ROLLOS DE CANELA!!!!!!!

Tengo la casa oliendo a estas maravillas de la naturaleza y gracias a las cuales Alma Obregón comenzó a seguirme por Twitter :D (de hecho, la receta está sacada de su libro “Objetivo: tarta perfecta”)

¡Manos a la obra!

Rollos de Canela ó Cinnamon Rolls

Ingredientes:

Para la masa



-          650g de harina de fuerza (es una harina indicada para este tipo de masas por contener un alto nivel de proteínas y que se encuentra ya en cualquier supermercado)
-          7g de levadura SECA de panadero o deshidratada (no es la típica levadura “Royal” de toda la vida, sino que se compra tanto en panadería como en algunos supermercados)
-          250ml de leche entera a temperatura ambiente
-          4 huevos a temperatura ambiente
-          75g de azúcar blanca
-          75g de mantequilla (puede estar de nevera o en pomada, da lo mismo en este caso ;) )
-          ½ cucharadita de sal

Para el relleno



-          40g de harina
-          120g de mantequilla muy fría cortada en cuadraditos pequeños
-          140g de azúcar moreno
-          Mezcla de especias:
·         3 y ½ cucharadas de canela en polvo
·         1 cucharadita de clavo molido
·         ½ cucharadita de nuez moscada
·         ½ cucharadita de jengibre en polvo

Para el glaseado

-          2 cucharadas de nata líquida
-          50g de azúcar glass
-          Un chorritín de agua (según queramos más o menos espeso)

Preparación

Lo primero es tener tiempo y paciencia, puesto que la masa es diferente a otras que hemos hecho y hay que dejar que fermente bastante tiempo ;)

Primero preparamos la masa principal: en un cazo al fuego ponemos la leche con el azúcar, la sal y la mantequilla y sin dejar de remover esperamos a que la mantequilla se derrita, momento en el que separamos el caldero del fuego y lo dejamos templar



Por otro lado colocamos en un bol la mitad de la harina junto con toda la levadura seca y comenzamos a batir con los ganchos para masas mientras añadimos muy poco a poco la mezcla de leche y mantequilla que teníamos templándose




Ahora añadimos los huevos uno por uno sin incorporar el siguiente hasta que el anterior esté bien integrado



Una vez que tengamos una masa lisa, añadimos el resto de la harina poco a poco




Cuando veamos que está integrada, mezclamos a velocidad media alta por unos 5 o 10 minutos (evidentemente también se puede hacer a mano, aunque es más pringoso y tardarán un poco más, unos 15-20 minutos)



El truquillo es pillarle el punto a la masa: debe quedar elástica y lisa, sin que se nos pegue a las manos, pero sin que sea un masacote incomible. Se trata de amasar y amasar, porque la primera reacción al ver que está pegajosa la masa es añadir más harina y con eso lo único que vamos a conseguir es que los rollos salgan secos y duros… Y no queremos eso, ¿verdad? Ya decía yo jejejej Pues eso, a amasar como locos hasta que aquello esté perfectísimo y manejable

Ahora tenemos que hacer una bolita con nuestra masa y ponerla en un bol aceitado o enharinado y taparla con un pañito de tela. Dejamos reposar esta masa durante una hora y media o dos horas (hasta que haya doblado su volumen)




Después de fermentar, la sacamos del bol, la espachurramos sin piedad y la dejamos reposar unos 10 minutos



Pasado este tiempo, extendemos con un rodillo hasta que logremos un cuadrado de 30 x 30 centímetros




Ahora a por el relleno: ponemos todos los ingredientes dentro de un bol y con ayuda de las manos vamos desmigajando y restregando la mantequilla con el resto de los ingredientes hasta que parezca todo una pastita





Bien, pues ahora cogemos la pasta que hemos hecho y la extendemos por toooooooodo el cuadrado de masa que hemos hecho (incluso hasta los bordes!!)



Ahora hacemos un churrete con el cuadrado de masa enrollándolo, para lo cual cogemos el extremo más alejado de nosotros y lo vamos enrollando hacia nosotros hasta quedarnos una especie de brazo gitano. Pegamos el borde con un poquito de nata



Tomamos un cuchillo bien afilado (de sierra no, que destrozamos todo!! D:) y vamos cortando rollitos de unos dos dedos de grosor



NOTA: los extremos no los hornearemos con el resto de rollos, sino que los guardamos para hornearlos aparte. De hecho, yo los congelé para algún día que se me antoje :D

Vamos colocando nuestros maravillosos rollos en una fuente engrasada apta para horno (de cristal, cerámica, metal…) Más o menos del tamaño que nos convenga para que los rollos llenen toda la superficie




Ahora tenemos que dejarlos en un lugar calentito otra vez durante una hora o hasta que haya aumentado casi el doble de volumen otra vez



Pincelamos con un poco de nata y metemos al horno PRECALENTADO a 190ºC durante unos 30 minutos + 10 minutos recubiertos con papel de aluminio (esto lo hacemos para que se sigan cociendo por dentro pero sin quemarse por fuera)



Una vez horneados y aún calentitos nuestros rollos, mezclamos con varillas manuales todos los ingredientes del glaseado y lo echamos a chorritos encima de los susodichos



Bueno, lo único que queda después de esto será contratar a un entrenador personal o algo, porque puedo asegurar que de lo buenos que están, puedes comerte hasta tres seguidos

Sí. Fui yo. Me comí una vez tres seguidos. Con su consecuente remordimiento de conciencia

Pero estaban de un bueno que compensa TODO!!!

¡Ah! Si no se los van a comer una vez hechos, siempre pueden meterse un par de minutos a 200ºC al horno para que estén como recién hechos :P

Pues a sacar brazos amasando como locos!!

Un abrazo muy dulce

Cris G. :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario aquí :D